Me gustaría poder decir que cuando empezamos este proyecto todo fue fácil y lo teníamos todo clarísimo, pero no es así. Empezamos müun sin ni siquiera saber más que el nombre, no sabíamos qué dirección debíamos tomar y el mundo del emprendimiento se nos quedaba muy grande.
Casi recién graduada en Publicidad y Relaciones Públicas me sentí estancada en lo que es el limbo laboral, sin casi experiencia ni forma de conseguirla (gracias Covid) el mundo enteró se paralizó, y eso no entraba en mis planes. Tengo que reconocer que tampoco entraba en mis planes emprender; siempre había remarcado que no quería complicarme la vida ni tener las responsabilidades que se tiene cuando eres la persona que lleva el negocio (que de vueltas da la vida…).
Cuando nos confinaron yo no tenía trabajo, tenía muchas ganas de aprender, aportar mi granito de conocimientos al mundo del marketing y la publicidad, pero no conseguía encontrar trabajo y estaba realmente perdida. Ahí fue cuando Gerard, mi pareja y leal fan nº1 propuso abrir nuestra propia agencia de marketing digital, Dúo. Breve resumen: no funcionó. Empezamos haciendo una web y haciendo pequeños trabajos para familiares y amigos pero no le encontraba sentido en ello. Mi percepción del emprendimiento cambió y tenía claro que si iba a invertir tal cantidad de tiempo en un negocio, tenía que ser algo que me apasionara lo suficiente como para no amargarme. También debía de ser algo que fuese en la misma linea que mis ideales, sobretodo artesano, porque no le encontraba gracia en comprar y vender sin hacerlo personal.
Como podéis comprobar no pedía poco, y entre risas una noche de invierno a Gerard se le ocurrió el nombre que lo empezaría todo: müun. Algún día os explicaremos por qué müun y que significa, pero fue oírlo y saber que tenia que ser este.
Esa misma noche nos pusimos a trabajar rápidamente. Fueron muchas noches de quedarse hasta las tantas investigando, queríamos ofrecer un producto que pudiéramos hacer nosotros mismos sin utilizar muchas maquinas, un producto que a la gente le aporte algo en la vida, ya sea tranquilidad como felicidad… y que a demás suponiese un cambio.
Y… Tachan. müun, velas de cera de soja. Propuse la idea, no había hecho velas en mi vida, pero me encantó. Era totalmente un reto nuevo, plus, el primer regalo que me hizo Gerard fue una vela de lavanda, todo apuntaba a que era una idea genial para empezar.
Y ya esta, he resumido lo máximo que he podido como surgió müun. Buscar algo que realmente te apasione es un dolor de cabeza, pero no es el único reto que hemos afrontado, el proceso de creación fue otro mundo… Pero aquí estamos, listos para todos los retos que se nos presenten.
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